sábado, 1 de agosto de 2009

EL CAPITALISMO Y EL COMUNISMO

Entre el Colectivismo y el Individualismo
Según uno de los Principios de Economía, los mercados normalmente constituyen un buen mecanismo para organizar la actividad económica. Sin embargo, las economías de mercado sólo funcionan perfectamente cuando los recursos son de PROPIEDAD PRIVADA; funcionan peor cuando son de propiedad colectiva. Por este motivo, la creencia de que los mercados son un buen mecanismo para organizar la sociedad va inextricablemente unida a la creencia en la propiedad privada. Esta idea se denomina filosofía política del Capitalismo.

Quienes critican el capitalismo suelen desaprobar la propiedad privada. Esta permite que la riqueza se distribuya desigualmente. Los afortunados dotados de talento o astutos suelen acabar teniendo más recursos de la sociedad que los que carecen de estas cualidades. Muchos de los que critican el capitalismo quieren abolir la propiedad privada como primer paso para llegar a una sociedad sin clases. Karl Marx, padre filosófico del comunismo quería que los recursos de la sociedad se distribuyesen basándose en el lema “de cada uno de acuerdo con sus capacidades a cada uno de acuerdo con sus necesidades”. Sostenía que la propiedad colectiva de todos los recursos impediría las grandes injusticias del capitalismo.

Sin embargo, la propiedad colectiva tiene sus propios problemas. La historia ha prestado poco apoyo al ideal de Marx de una sociedad sin clases. En la práctica, los países comunistas no son tan igualitaristas como esperaba Marx. Sustituyen meramente las injusticias del mercado privado por las injusticias del sistema político. En una economía capitalista, los individuos se enriquecen ofreciendo bienes y servicios que otras personas están dispuestas a pagar. En una economía comunista, se enriquecen ganándose el favor de los que tienen poder político.

Por otra parte, la abolición de la propiedad privada tiene una gran coste desde el punto de vita de la eficiencia económica. Como hemos visto, cuando los individuos poseen colectivamente los recursos, no los utilizan eficientemente. La toma privada de decisiones puede sustituirse en principio por la toma pública de decisiones, pero esta última raras veces funciona bien en la práctica. La planificación central es demasiado difícil en una economía compleja y moderna. De hecho, los casos de Rusia y del Este de Europa antes de la caída del comunismo son un testimonio de las virtudes de la toma descentralizada de decisiones y de la propiedad privada. El fracaso del comunismo puede considerarse que es como la tragedia de los bienes comunales a gran escala.

Esta lección se conoce desde hace miles de años. Aristóteles, filósofo de la antigua Grecia señaló el problema de los recursos comunales: “Lo que es común para todos, recibe menos cuidados, pues todos los hombres cuidan más lo que es suyo de lo que poseen en común con otros”.

Gregory Mankiw. Principios de Economía

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